Crónica de viaje por Estados Unidos

Hola Ferroamigos, Deseo compartir algunos detalles sobre lo que he viajado en tren en estos días en mi visita New York previo a ir a Boston para la boda de mi hija:

New Jersey Transit: El mejor aeropuerto de New York es el de Newark en New Jersey, porque uno puede comprar (en las maquinas dispensadoras de boletos, en efectivo o con tarjeta) un boleto de $15 para ir desde la estación de tren en ese aeropuerto, la cual está sobre las cuatro vías del Corredor del Noreste, hasta Penn Station, en el corazón de NYC, saliendo uno del subterráneo a la Séptima u Octava Avenidas, con el edificio Empire State a la vista. No hay que gastar plata ni perder tiempo en congestiones viales tomando taxi. Mi hotel estaba a tres cuadras de distancia.

El subway: Uno compra una tarjeta llamada MetroCard, recargable, por $20 que da derecho creo que doce entradas al subway, con derecho a trasbordos y cambios de tren mientras uno se mantenga dentro de las estaciones, sin importar si el viaje es corto o largo, ej. ir desde la calle 42 a la 57, o hasta el Zoológico del Bronx, o lo más lejos posible, hasta las Rockaways, más allá de Brooklyn y Connie Island. Es más barato y rápido que andar en taxi, y se adquiere un verdadero sentido de la vida y el ritmo de la Gran Manzana. Si uno toma un tren expreso (ej. #1, línea verde) a las 8 am, va super lleno con gente estresada que va para el trabajo: interesante!

El viaje más divertido que he hecho, fue el que hice a la tienda Trainworld en Brooklyn (donde compré un "Doodlebug" del que luego les informo), pues a la vuelta me monté en un vagón que llevaba grupo grande de niños y niñas afroamericanos de unos 7-8 años de edad de alguna escuela, y sus cuidadores, todos uniformados, con una gran algarabía y bullicio: solo íbamos cuatro pasajeros adicionales. La escuela se bajó en la última estación de Brooklyn antes de reingresar a Manhattan.

Religiosidad inesperada: llegué en el tren F línea anarajada a la estación de la calle 34 con Sexta Avenida y dieron las doce meridiano: en una estación en la que como todas, sólo se oyen anuncios del subway o la policía, empezó a sonar el Ave María, algo notorio, pues aunque hay muchos católicos y ortodoxos en la ciudad, pues también abundan cristianos de todas las denominaciones protestantes, judíos, musulmanes, hinduistas, sihks, budistas, taoistas y ateos. No sé si suena el Ave María solo ahí, o también en otras estaciones.

Italianos "torturados": En el viaje en Amtrak a Boston, en un tren Regional del Noreste, tomé el segundo vagón, siendo que en esos trenes el primer vagón es de primera clase, y el segundo es de segunda como el resto del tren, pero es el vagón "Quiet" (de silencio), donde no se permite conversar ni hacer bulla: se espera que la gente solo susurre si es estrictamente necesario decir algo, como por ejemplo, pedir campo para levantarse. Dos familias de turistas italianos iban ahí. La señora anglosajona que iba sentada a mi lado les explicó cortésmente en inglés que ese vagón era de silencio, pero la ignoraron. Luego yo se los dije en mi crudo italiano, con igual resultado. En eso entró el Conductor del tren pidiendo los tiquetes, un afroamericano con acento neoyorquino, quien no fué nada cortés, pero sí muy elocuente: "¡No! ¡No pueden hablar y no pueden susurrar. Si no les gusta, allá atrás hay siete vagones más donde sí pueden ir conversando libremente". Pues como el tren iba lleno, los infortunados turistas italianos y sus niños tuvieron que ir en silencio las 4 horas y 15 minutos de viaje hasta Boston: ¡tortura para una gente normalmente tan alegre, elocuente y conversadora!

Saludos,

Omar Dengo M.

Normalmente desde Moravia, Costa Rica

Hoy desde Boston